martes, 1 de junio de 2010

Entre aquí y allá

Hoy me he dado cuenta que tengo la cabeza en Saturno.

He confirmado que, el cáncer afecta a más cosas que al propio cuerpo. Bueno, eso ya lo sabía, pero con el paso del tiempo, lo voy reconfirmando.

Las emociones, los afectos, las tristezas, la esperanza, los pensamientos, todo, lo que no es "materia" está afectado. Al menos en mi, que soy nueva en emociones a flor de piel.

Siempre he sido fuerte, segura, independiente (esto no me canso de repetirlo) y de pronto, ahora siento que soy todo lo contrario.

Una gran amiga me dijo el otro día, que estoy diferente. Que tengo más la ternura a flor de piel y que eso le gusta de mi. Yo estoy convencida que siempre he sido tierna, solo que hubo algún momento de mi vida en el que, por circunstancias, me volví más dura.

Pero en mi defensa tengo que decir que si así fue (creo que sí) ha sido por pura supervivencia. Estaba sola en un país que no era el mio y mi trabajo es en un mundo de hombres, así que un día, sin saberlo, me endurecí.

Y lo que es peor que eso, dejé de sonreír. Y esto es algo que necesito recuperar urgentemente.

Con este nuevo estado emocional, y arruinada económicamente (porque era autónoma y el cáncer no respetó...ni eso), he decidido que ya que tengo que, volver a empezar...que sea en mi casa, en Buenos Aires.

Así que estoy con las emociones alteradas, con mucha necesidad de cariño y protección y a primero de julio, y por eso me voy para Argentina.

Esta situación puede parecer estupenda, pero estoy aterrada. Llevo 22 años viviendo en España, esta es mi casa pero aquí no está la familia. Y después del año que he vivido por el cáncer, no quiero dejar pasar ni un minuto de mi vida, sin los míos.

Pero como se puede uno olvidar un lugar en el que ha vivido casi media vida?

Pues no tengo ni idea, por eso lloro todos los días mientras embalo en cajas sin destino...mi vida de las dos últimas décadas.

Estoy aterrada y feliz. Enfadada y agradecida. Triste y emocionada. Estoy tantas cosas diferentes que a veces me olvido lo importante. He superado un cáncer, sigo viva, la vida es corta y yo, tengo que disfrutarla.

Pero aún no he podido comenzar a disfrutarla. Y me da rabia perder el tiempo.

El tiempo fue lo que más me hizo llorar cuando me dijeron que tenía cáncer. Lloré semanas pensando que, no sabía cuanto tiempo de vida tenía y yo...había perdido el tiempo.

Lloraba y preguntaba porque uno no sabe vivir. Porque uno se preocupa por cosas que no son importantes. Porque la vida es así. Y cuando me dijeron que el cáncer estaba localizado, y que tenía un 80% de posibilidades de vida, me dije que no volvería a perder el tiempo.

Pero como uno tiene poca memoria, hoy sigo sin saber usarlo y lloro porque me cuesta irme de España.

Y hoy me he dicho, tengo que recordar, tengo que recordar, tengo que recordar.

Y tengo que recordar que he superado un cáncer, que la vida es corta, que tengo que ser feliz, que tengo que soltar el ancla y navegar, que quiero estar con los míos y que la vida da muchas vueltas y tal vez pronto, vuelva a pasear por las calles de mi querida Madrid.

Pero lo más importante, tengo que recordar que estoy viva!!!.

Independientemente de donde viva, aquí o allá, estoy viva.